Paseo por valles,
montañas,
por los senderos
que salen a mi encuentro.
De repente,
un relámpago me avisa
de una tormenta inminente.
Al cobijo de un árbol,
diviso una cueva en la que me refugio
hasta que llega la calma.
Pienso en la quietud y el movimiento,
en las fuerzas contrapuestas,
el yin y el yan.
Salgo con la sensación de estar en la luna
y, descubriendo un oasis,
remanso de paz,
sigo por un desierto
de dunas infinitas.
Llego a una playa
donde puedo contemplar la magnitud del mar:
la inmensidad de la belleza de tu piel.
Fotografías: Manu Rocas.
Texto: Nuria Castellanos.
D Arte Sano movió esta exposición por diferentes locales. Una pequeña muestra, aunque sentimos que sea incompleta:
Muchas gracias a todos por la colaboración.
!!...
Precioso!
ResponderEliminarMe alegro un montón de que te guste. Muchas gracias Daniel.
ResponderEliminarBonitas fotos y bonito relato, debo decirte que es muy original.
ResponderEliminarGracias Eugeni. He tardado un montón en responder, pero no he tenido tiempo para nada en este mes. Prometo visitar tus blogs. Un saludo.
ResponderEliminarPara mi las fotos ganan mucho con el texto.genial.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Yosi. Se expusieron con otros textos, pero poner uno propio evitaba posibles complicaciones. No pretendía algo sorprendente porque no se me da demasiado bien pero, si hace lo que tu dices, me doy con un canto en los dientes.
ResponderEliminarBesazo.
Excelente.
ResponderEliminarSaludos
David
Pd: Tengo nuevo blog. Se llama "Observando Cine". Te invito a que lo visites. El enlace es http://observandocine.com
Claro que lo voy a visitar, David. ¿Dejas, entonces, "Cine para usar el cerebro"?
ResponderEliminarSaludos.